¿Cuáles son las consecuencias de una fuga de datos?
En la actualidad, las brechas y fugas de datos alcanzaron una frecuencia muy alta en empresas e instituciones de todo el mundo. Universidades, hospitales, corporaciones y hasta grandes productoras de televisión se enfrentan cada día al riesgo de que su información sea filtrada tras un ataque, si no aplican las medidas de prevención indicadas.
De hecho, según el último ESET Security Report, en 2016 un 10% de las empresas que respondieron nuestra encuesta indicaron haber sufrido un acceso indebido a aplicaciones y/o bases de datos.
Dado que el porcentaje de compañías que cuentan con planes de respuesta a incidentes y/o de continuidad del negocio ronda solo el 30%, lamentablemente creemos que el número de fugas y brechas de seguridad seguirá creciendo.
Estos dos incidentes son similares, aunque hay algo que los distingue: el origen. En una brecha, los atacantes normalmente necesitan acceder a un servidor a través de una vulnerabilidad o perpetrando un ataque; ambos escenarios podrían ser prevenidos con las medidas de seguridad adecuadas, como actualizaciones, implementación de controles de acceso y doble autenticación.
En una fuga de datos, es posible que no haya agujeros de seguridad obvios como los anteriores. Los datos pueden caer en las manos equivocadas por lo que se conoce como error humano, es decir, el comportamiento malicioso o irresponsable de un empleado.
Independientemente de su origen, es decir, de que la información se haya fugado desde adentro en el pendrive personal de un colaborador, o que cibercriminales hayan explotado vulnerabilidades en un servidor para ingresar y robarla, podemos coincidir en que tiene consecuencias muy graves para los damnificados… quizá hasta potencialmente devastadoras.
¿Qué podría pasar exactamente tras una fuga o brecha? En este nuevo video vamos a mostrarte cuatro consecuencias que derivan de estos incidentes, para que sepas por qué debes hacer todo lo que esté a tu alcance para evitarlos.